1. La primera carga al 100% 

Cuando tu teléfono móvil es nuevo y lo acabas de estrenar, procura cargarlo al 100% y no volverlo a cargar hasta que se agote. Y así hasta tres veces.

2. Cargas cortas

Una vez haces las tres primeras cargas, es mejor cargarlo en cargas cortas que tenerlo enchufado durante muchas horas o toda la noche.

Te voy a contar por qué:

Cada vez que cargar del 0% al 100%, hablamos de un ciclo de carga. Sin embargo, si lo tienes al 50% y lo cargas hasta el 100%, hablamos de medio ciclo de carga. Bien, algunos usuarios realizan más de un ciclo entero de carga al día; otros realizan menos de un ciclo de carga cada 24 horas.

Importante: a partir de los 400 ciclos de carga se pierde un 20% de capacidad de la batería.

Así que ten este dato en cuenta.

3. No lo cargues nunca al 100%

Lo ideal es que la batería esté siempre entre el 40% y el 80% de su capacidad. Evita que la batería baje del 20% si puedes (afirmación hecha por el fabricante de Samsung).

Aunque si una vez al mes dejas que llegue al 5% para recalibrar la batería, sería perfecto.

4. Cierra las aplicaciones que tengas en segundo plano

5. Utiliza la iluminación de pantalla justa y necesaria

6. Evita las temperaturas extremas

Intenta no dejar el teléfono al sol y que coja temperatura o que esté sometido a temperaturas muy bajas. La franja ideal sería mantenerlo entre los 16ºC y los 22ºC. Sabemos que es algo casi imposible a la práctica pero tener los datos de referencia siempre puede ayudar.

7. Utiliza cargadores originales y oficiales

Las cargas serán mucho más óptimas con ellos que con cargadores universales.

8. Desactiva el WiFi, Bluetooth o el localizador GPS

Siempre que no tengas que utilizar las funciones, descactívalas. Muchas aplicaciones hacen uso de tu posicionamiento aunque no las estés utilizando en este preciso momento. Vigila esto. Ves a configuración y desactiva permisos de geolocalización de las apps y otras opciones que consumen batería innecesariamente.

9. Usa el WiFi antes que los datos para ahorrar batería

Por el contrario, siempre que tengas que utilizar internet y dispongas de WiFi, utilízalo antes de los datos.

A parte de ahorrar datos, el WiFi consume menos batería que los datos.

10. Emplea el “Modo Avión” siempre que puedas.

11. Utiliza el modo de “Ahorro de batería” del teléfono móvil.

12. Ten el software de tu móvil actualizado

Así optimizarás el uso interno del teléfono.

13. Desactiva sonidos innecesarios (como el que puede hacer cada vez que estás escribiendo) y efectos visuales innecesarios (como fondos de pantalla animados).